La falta de liquidez ha ocasionado que muchas empresas españolas abandonen de manera temporal una inversión imprescindible en los negocios del hoy en día: el gasto del I+D. España dedicó en 2013 el 1,24% de su PIB a I+D, una cifra muy lejana a la media de la Unión Europea.
Presupuestos para I+D
A causa de la crisis, la inversión en este sector ha descendido en los últimos años y sigue disminuyendo desde el 1,35% del PIB alcanzado en 2009 y 2010. Pero este “parón” no sólo se debe a la retirada de fondos públicos de los centros de investigación, puesto que desde 2007 a 2013, los fondos de la Administración han conseguido crecer de 2.348 millones a 2.436 millones. Sin embargo, la partida empresarial, que supuso el 53,2% de la inversión en España en 2013, ha caído en más de 500 millones (de 7.453 millones en 2007 a 6.947 el 2013).
Según consta el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2017 presentado hace unos meses, el Gobierno ha elevado un 4,1 esta rúbrica alcanzará este año los 6.029 millones frente a los 5.793 millones presupuestados en 2016. Si en el ejercicio pasado se destinó un 1,6% de los Presupuestos del Estado a I+D, este año se dedicará un 1,8% de lo que gasta el Estado.
En principio, parece una buena noticia para un sector considerado capital a la hora de modernizar la economía. Sin embargo, el Ejecutivo engorda la dotación de créditos un 9,2% hasta los 3.583 millones de euros, pero se recortan un 2,6% hasta los 2.466 millones las subvenciones y el resto de gastos directos.
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